El Libro de Dios

Una misionera en Africa vio a un hombre desconocido vestido de pieles que venía con una cabra. El depositó su lanza en el suelo, amarró a la cabra, y le preguntó: «Señora blanca, ¿acaso ha llegado el Libro de Dios a nuestro país?»

Ella le dijo: «¿Está usted interesado en el Libro de Dios?»-«Sí»-, respondió el hombre:

En mi auto, manejo yo

«Los limpiaparabrisas recorrían el cristal, pero me costaba mucho trabajo visualizar el panorama. ¿Debía pasarle el control a mi papá? ¡No! Era mi auto. ¿Quién, sino yo, sabía a dónde ir y por qué…?»

El tránsito ligero de la tarde me animaba a acelerar y no desaproveché la invitación. Noté la tensión de mi padre, pues se sujetó del asiento y verificó que su cinturón de seguridad se hallara bien afianzado.

La encuesta

Jesús y sus discípulos salieron hacia las aldeas de Cesárea de Filipo. En el camino les preguntó: — ¿Quién dice la gente que soy yo? —Unos dicen que Juan el Bautista, otros que Elías, y otros que uno de los profetas —contestaron. —Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo? —Tú eres el Cristo —afirmó Pedro. Jesús les ordenó que no hablaran a nadie acerca de él. Marcos 8:27-30

¿Cómo van las encuestas? Unos dicen que eres un profeta, otros opinan que eres Juan Bautista resucitado

Una fe pequeña en Dios

Si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará…. Mateo 17:20.

Fe: todos deseamos tener más, especialmente cuando tenemos problemas gigantescos. Sin embargo, la mayoría de nosotros practicamos mucho la fe. Nos sentamos en sillas sin probarlas antes; usamos hornos sin analizar cómo funcionan, entramos llaves en las puertas y esperamos que abran.

Recolección de ofrenda

Ed Dobson, pastor de la congregación a la que yo asistía, solía decir que no le gustaba predicar sobre las ofrendas para la iglesia. Como su trabajo anterior exigía que se recolectaran fondos, le desagradaba imponerle a la gente presiones innecesarias.

Sin embargo, cuando estaba enseñando 2 Corintios y llegó a los capítulos 8 y 9, no pudo evitar el tema. Lo que más recuerdo de ese mensaje fue la ilustración que utilizó.

El bote

De nuevo Jesús llamó a la multitud. —Escúchenme todos —dijo— y entiendan esto: Nada de lo que viene de afuera puede contaminar a una persona. Más bien, lo que sale de la persona es lo que la contamina.

Después de que dejó a la gente y entró en la casa, sus discípulos le preguntaron sobre la comparación que había hecho. — ¿Tampoco ustedes pueden entenderlo? —les dijo—. ¿No se dan cuenta de que nada de lo que entra en una persona puede contaminarla? Porque no entra en su corazón sino en su estómago, y después va a dar a la letrina. Con esto Jesús declaraba limpios todos los alimentos.

El ciego, el enfermo y el muro

Dos hombres, gravemente enfermos, compartían el mismo cuarto en un hospital. A uno de ellos lo hacían sentar una hora por día recostado en su respaldo para favorecer un drenaje. Su cama daba a la única ventana del cuarto. La cama del otro, en la otra extremidad quedaba al margen de toda posibilidad de ver hacia afuera.

Los enfermos, tanto como podían, pasaban horas conversando desde sus camas, evocando sus familias, sus trabajos, sus amigos, sus viaje

El pescador y el industrial

“ Un rico industrial del Norte estaba horrorizado de encontrarse a unpescador que yacía tranquilamente junto a su bote, jugando con unos niños.

“¿ Por qué no estas afuera pescando?”, dijo el industrial.

“Porque ya he atrapado suficientes peces para el día”, dijo el pescador.

“¿ Por qué no atrapas unos cuantos más?”

Si mi papá duerme, no lo despierte

En una reunión del ejercito de salvación había un hombre que estaba dando su testimonio sobre lo que Jesús había hecho por él. En la muchedumbre se encontraba un burlador, este provocador le dijo al hombre que estaba dando su testimonio: “cállate, tu sólo estas soñando, sólo sueñas”. 

Distraídos

La universidad donde enseño como profesor adjunto provee computadoras portátiles a los alumnos. Aunque esto puede generar muchas ventajas para los estudiantes, he descubierto una forma en que obstaculiza su aprendizaje: estos ordenadores portátiles pueden convertirse en una distracción durante la clase.