De nuevo Jesús llamó a la multitud. —Escúchenme todos —dijo— y entiendan esto: Nada de lo que viene de afuera puede contaminar a una persona. Más bien, lo que sale de la persona es lo que la contamina.
Después de que dejó a la gente y entró en la casa, sus discípulos le preguntaron sobre la comparación que había hecho. — ¿Tampoco ustedes pueden entenderlo? —les dijo—. ¿No se dan cuenta de que nada de lo que entra en una persona puede contaminarla? Porque no entra en su corazón sino en su estómago, y después va a dar a la letrina. Con esto Jesús declaraba limpios todos los alimentos.
Luego añadió: —Lo que sale de la persona es lo que la contamina. Porque de adentro, del corazón humano, salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los homicidios, los adulterios, la avaricia, la maldad, el engaño, el libertinaje, la envidia, la calumnia, la arrogancia y la necedad. Todos estos males vienen de adentro y contaminan a la persona Marcos 7:14-23
Mi esposa sufre de migraña, en otros países es conocida como jaqueca. Un neurólogo reconocido en la ciudad de México, la trató un tiempo, en el cual después de hacerle algunas pruebas, le recomendó que tenía que llevar una dieta por un mes, de verduras, mucho agua, y frutas. Esto era para desintoxicar el organismo. Después de concluir este mes de dieta, mi esposa, podría empezar a comer poco a poco diferentes alimentos, de ese modo podríamos identificar qué alimentos le activan esos dolores de cabeza tan intensos.
Se necesitaba mucha paciencia para lograr esto, sinceramente o preferiría que nos dieran una lista de cuales alimentos dejar de comer, y así evitarme todo ese mes de sufrimiento. Lo malo es que no existe. Se sabe que los alimentos ricos en sal, los estimulantes químicos, como la tiramina y, los alimentos alergénicos, el más conocido la leche pueden activar la migraña. Sin embargo cada caso es diferente. Por ende no hay una lista concreta de alimentos para saber que es lo que contamina a mi esposa
Espiritualmente hablando, ¿no sería bueno, una lista, de lo que contamina al hombre? Sí la hay, Jesús la da, no creo que sea exhaustiva, pero sí es práctica.
Me imagino como si fuéramos un bote donde podemos depositar, ya sea basura o regalos. Puedo depositar cosas que me contaminan o de bendición. El bote en sí no es nada, pero cuando lo llenamos de regalos o de tesoros, se vuelve deseable. Todo el mundo quiere un bote así.
Pero cuando lo llenamos de basura, cuando el bote está totalmente contaminado , nadie lo quiere.
¿Qué clase de vida estamos llevando? ¿Qué hay en nuestro bote? ¿Cómo está nuestro corazón?
Podemos llenarlo de malos pensamientos, de inmoralidad sexual, de robos, de homicidios, de adulterios, de avaricia, de maldad, de engaño, de libertinaje, de envidia, de calumnia, de arrogancia y de necedad.
O podemos llenarlo de buenos deseos, de pureza, de dádivas, de vida, de familia, de generosidad, de bondad, de sinceridad, de moralidad, de motivación, de elogios, de humildad y de sabiduría.
Enviado por Alejandro Cunillé