Llenos de la paz de Dios
El peso del pecado
El enojo se lleva la paz
Paz perfecta
Hoy caminaré hasta el fin
¿Cómo dar lugar a la Palabra de Dios?
Hoy más que nunca adolecemos de un cristianismo comprometido a nuestro Señor, temeroso de Su Nombre, amante de Su Palabra, dispuesto a Su servicio; muy por el contrario sobreabunda un cristianismo nominal, diluido entre este sistema mundano corrupto.
Nuestro Señor nos exhorta en Dt. 6:1-8 para que le demos un lugar prioritario a Su Palabra, de este texto podemos desprender algunas lecciones que pasaremos a compartir rápidamente y que a través de esta herramienta
El gusanito
Un indígena centroamericano había hallado la paz en Dios. Había cambiado radicalmente, de una vida de depravación, borracheras e infidelidad, a uan vida de verdadera satisfacción y paz.
No le importaba donde estuviera ni quien estuviera viéndolo o escuchándolo. A todos les daba el testimonio de su conversión. Un día un amigo suyo le preguntó:
– Churunel, ¿por qué hablas tanto de Cristo?
El mejor pegamento del mundo
Se cuenta la historia de una señora que leyó en una revista el anuncio del mejor pegamento que jamás había salido al mercado. Al parecer dicho pegamento tenía todas las propiedades para arreglar cualquier cosa que estuviera rota. Emocionada por la noticia la dama solicitó la muestra gratis que se ofrecía con la idea de probar el pegamento y luego adquirir algunas botellas del mismo.
Varios días más tarde llegó a vuelta de correo un sobre en el cual se encontraba la muestra solicitada. Cuando la dama lo abrió una expresión de sorpresa se dibujó en su rostro.
Las manos de Dios
Una niña de seis años hizo un dibujo para su papá y se lo mostró con el rostro radiante. En la parte superior de la hoja estaba pintada una persona y en la parte inferior había otra persona; ambas estaban unidas por largas líneas.
El padre miró pensativo el dibujo, pero no lo entendió. La decepción de la pequeña fue notoria, pero pacientemente explicó a su padre: «Papá, arriba está nuestro amado Dios y abajo estoy yo».