Aprovecha bien tu tiempo
Sólo una pastilla más
Escogieron dar sus vidas
¡No te metas en mi vida!
Esto está escrito por un sacerdote…y esta verdaderamente interesante.
«Hoy que estoy profundizando mis estudios teológicos en la Familia; sus valores, sus principios, sus riquezas, sus conflictos, recordaba una ocasión en que escuché a un joven gritarle a su Padre: NO TE METAS EN MI VIDA!!!»
Ésta frase caló hondamente en mí, tanto, que frecuentemente la recuerdo y comento en mis conferencias con Padres e hijos.
El tazón de madera
El viejo se fue a vivir con su hijo, su nuera y su nieto de cuatro años. Ya las manos le temblaban, su vista se nublaba y sus pasos flaqueaban. La familia completa comía junta en la mesa, pero las manos temblorosas y la vista enferma del anciano hacia el alimentarse un asunto difícil. La comida caía de su cuchara al suelo, y cuando intentaba tomar el vaso, derramaba la leche sobre el mantel.
El hijo y la nuera se cansaron de la situación. «Tenemos que hacer algo con papá», dijo el hijo. «Ya he tenido suficiente. Derrama la leche, hace ruido al comer y tira la comida al suelo».
Un testimonio para compartir
Todos tenemos, sin lugar a duda, una historia que contar. Nunca rechaces a alguien por lo débil que parezca o por lo insignificante que pueda sonar su historia.
Prueba lo que te digo… conmigo mismo.
Para cuando nací, mis padres llevaban años de haber entregado sus vidas a Jesucristo. Me crie aprendiendo las fantásticas historias de la Biblia. Mi padre además es un graduado de seminario bíblico, así que ya te llevas la idea. Prácticamente resultaba fácil para mí aprender pasajes y saberme las vidas de Abraham, Moisés, David y muchos más.
Diez mandamientos para ser buenos padres
1. Demuéstrale lo mucho que le quieres.
Todos los padres quieren a sus hijos pero ¿se lo demuestran cada día?, ¿les dicen que ellos son lo más importante que tienen, lo mejor que les ha pasado en la vida? No es suficiente con atender cada una de sus necesidades: acudir a consolarle siempre que llore, preocuparse por su sueño, por su alimentación; los cariños y los mimos también son imprescindibles. Está demostrado; los padres que no escatiman besos y caricias tienen hijos más felices que se muestran cariñosos con los demás y son más pacientes con sus compañeros de juegos.
Hacerles ver que nuestro amor es incondicional y que no está supeditado a las circunstancias, sus acciones o su manera de comportarse será vital también para el futuro.
El árbol de manzanas.
Hace mucho tiempo existía un enorme árbol de manzanas. Un pequeño niño lo amaba mucho y todos los días jugaba alrededor de él. Trepaba al árbol hasta el tope y el le daba sombra. El amaba al árbol y el árbol amaba al niño.
Pasó el tiempo y el pequeño niño creció y el nunca más volvió a jugar alrededor del enorme árbol.
Un día el muchacho regresó al árbol y escuchó que el árbol le dijo triste: «¿Vienes a jugar conmigo?» pero el muchacho contestó «Ya no soy el niño