¿Cómo me ama Dios?

abrazo1Dios expresa al mundo su amor de diferentes  formas, todas sublimes. Una de las mas hermosas descripciones de ese amor es la parábola del hijo prodigo.

El amor de Dios es constante y sus manifestaciones también. ¿Recuerdas cuando el hijo prodigo volvió a casa? El registro bíblico muestra que apenas el padre lo vio a lo lejos, corrió hasta él, lo abrazó y lo besó.
¡Maravilloso! ¿Verdad?

La chica de los cd's.

cdUn muchacho de 17 años de edad tenía un cáncer incurable y en cualquier momento iba a fallecer.
Siempre vivía en su casa, bajo el cuidado de su madre. A veces se enfadaba de estar siempre dentro de su casa y un día decidió salir a pasear. Le pidió permiso a su madre y ella aceptó.

Caminando por el vecindario vio muchas tiendas

Los ojos.

ojosEsta es la historia de una joven ciega, se odiaba a sí misma y a todo el mundo por ser ciega. Odiaba a todos, menos a su novio que la queria mucho.

Un día, consiguió un par de ojos sanos, la operaron y pudo ver. Cuando lo hizo, el novio le preguntó si quería casarse con él, a lo que ella le respondió que no, porque se dió cuenta que él era ciego

¡Nadie me ama!

rrosa* Juan era un adolescente. Se sintió muy solitario. No estaba en casa porque sus padres se habían separado. El se había ido a la ciudad, esperando confiadamente en hallar amigos. Su dinero casi todo lo había gastado. Buscaba trabajo, pero le fue difícil conseguirlo. El trato de hallarse amigos; pero parecía que a nadie le importaba.
-¡Nadie me ama!- lloró con desesperación

Rosas para mi Rosa.

Tenía predilección por las rosas rojas, y se llamaba Rosa.
Todos los años su esposo le enviaba hermosos ramilletes.
El año que él murió, llegaron las rosas con una tarjeta
que decía, como todos los años anteriores: «¡Feliz día de los enamorados!»

Cada año le enviaba rosas, y la nota decía siempre:
«Te amo aun más este año, más que el año pasado en esta fecha

Un regalo especial.

Desde la muerte de su padre tres años antes, la familia de Roberto había luchado por subsistir. A pesar de los esfuerzos de su mamá, nunca había suficiente para todos. La pobre mujer trabajaba el turno de la noche en el hospital, pero lo poco que ganaba no le alcanzaba para más que lo estrictamente necesario.

Lo que le faltaba en lo material a la familia de Roberto

Un helado para el alma.

La semana pasada lleve a mí hijo a comer a un restaurante. Mi hijo de dos años me preguntó si podía bendecir la mesa antes de comer lo que nos habían traído.
Mientras inclinamos nuestras cabezas, y plegamos nuestras manos, mi niño dijo:

-Dios es bueno, Dios es grande. Te doy gracias por los alimentos que vamos a comer y te agradecería aún más si mamá nos da helado como postre. Y que haya libertad y justicia para todos. Amén

Amor en cajita de leche.

Dos hermanitos en puros harapos, uno de cinco años y el otro de diez, iban pidiendo un poco de comida por las casas de la calle que rodea la colina. Estaban hambrientos: “vaya a trabajar y no molesten”, se oía detrás de la puerta; “aquí no hay nada, pordiosero…”, decía otro…Las múltiples tentativas frustradas entristecían a los niños…

Por fin, una señora muy atenta les dijo: “Voy a ver si tengo algo para ustedes…

El abrazo.

Un simple abrazo nos enternece el corazón;abrazo
nos da la bienvenida y nos hace más llevadera la vida.

Un abrazo es una forma de compartir alegrías
así como también los momentos tristes que se nos presentan.

Es tan solo una manera de decir a nuestros amigos a nuestros familiares, a nuestros hijos, a nuestros padres a nuestras parejas que los queremos y que nos preocupamos uno por el otro
porque los abrazos fueron hechos para darlos a quienes queremos

La montaña negra.

“¡Voy a irme a la Montaña Negra!”, gritó el pequeño Ricardo de cinco años.

“Muy bien, si eso es lo que quieres adelante”, le respondió su madre abriendo la puerta y acompañándolo hasta el pórtico.

Un manto de silencio cayó sobre él. Hacía rato que ya no había sol y la oscuridad de la noche cubría el paisaje. Por el resplandor de las estrellas, apenas veía la forma de la Montaña Negra en la distancia