Carta de un hijo.
Sally saltó de su asiento cuando vio salir al cirujano. Le preguntó: «¿Cómo está mi pequeño?, ¿va a ponerse bien?, ¿cuándo lo podré ver?».
El cirujano dijo: «Lo siento; hicimos todo lo que estuvo a nuestro alcance».
Sally dijo, consternada: «¿Por qué a los niños les da cáncer? ¿Es que acaso Dios ya no se preocupa por ellos? DIOS, ¿dónde estabas cuando mi hijo te necesitaba?».