El violín y el Maestro.

Estaba golpeado y marcado, y el rematador pensó que por su escaso valor, no tenía sentido perder demasiado tiempo con el viejo violín, pero lo levantó con una sonrisa.

«¿Cuánto dan por el violín, señores -gritó- quién empezará a apostar por el violín?»

– «Un dólar, un dólar» después, dos. ¿sólo dos?

Comedero para ardillitas.

Hace unos cuantos años puse un comedero para ardillas sobre un abeto a unos cuantos metros de nuestro hogar. Se trata de un artefacto sencillo -dos tablas y un clavo al cual se le atraviesa una mazorca de maíz. Cada mañana una ardilla viene para disfrutar la comida de ese día. Es una cosita linda, negra con una barriguita redonda y gris.

Me siento en nuestro porche trasero por las mañanas y la observo mientras come. La ardilla arranca cada grano de la mazorca

La Madre.

Cuando viniste a este mundo,
Ella te sostuvo en sus brazos. Tú se lo agradeciste gritando.

Cuando tenías un 1 año,
Ella te alimentaba y te bañaba. Tú se lo agradeciste llorando la noche entera.

Cuando tenías 2 años,

Veremos lo que trae el tiempo.

Había una vez un campesino chino, pobre pero sabio, que trabajaba la tierra duramente con su hijo.
Un día el hijo le dijo: Padre, que desgracia! Se nos ha ido el caballo. ¿Por que le llamas desgracia? Respondió el padre, veremos lo que trae el tiempo…

A los pocos días el caballo regreso, acompañado de otro caballo

Dios y mi Padre Nuestro.

TU: Padre Nuestro que estás en los cielos…
DIOS: Si. Aquí estoy…

TU: Por favor… no me interrumpa, ¡estoy orando!
DIOS: ¡Pero tú me llamaste!..

TU: ¿Llamé? No llamé a nadie. Estoy orando…. Padre Nuestro que estás en los cielos…
DIOS: ¡¡¡Ah!!! Eres tú nuevamente.

Para sonreír un momento.

Dios creó al burro y le dijo: «Serás burro. Trabajarás incansablemente de sol a sol cargando bolsas en el lomo, comerás pasto, no tendrás inteligencia y vivirás 50 años».

El burro le contestó: «Seré burro pero vivir 50 años es demasiado, dame sólo 20 años». Dios se lo concedió.

De un padre a su hijo.

Era una mañana como cualquier otra. Yo, como siempre, me hallaba de mal humor. Te regañé porque te estabas tardando demasiado en desayunar, te grité porque no parabas de jugar con los cubiertos y te reprendí porque masticabas con la boca abierta. Comenzaste a refunfuñar y entonces derramaste la leche sobre tu ropa. Furioso te levanté por los cabellos y te empujé violentamente para que fueras a cambiarte de inmediato.

Carta de un hijo.

Sally saltó de su asiento cuando vio salir al cirujano. Le preguntó: «¿Cómo está mi pequeño?, ¿va a ponerse bien?, ¿cuándo lo podré ver?».
El cirujano dijo: «Lo siento; hicimos todo lo que estuvo a nuestro alcance».

Sally dijo, consternada: «¿Por qué a los niños les da cáncer? ¿Es que acaso Dios ya no se preocupa por ellos? DIOS, ¿dónde estabas cuando mi hijo te necesitaba?».

El Amor Verdadero.

Una chica le preguntó a su novio: ¿Crees que soy bonita?
El dijo:No. Entonces la chica sonrió pensando que sólo se burlaba de ella.

Luego le volvió a preguntar:
¿Quieres estar conmigo siempre?

El chico volvió a decir que no… pero esta vez con voz seria y la vista fija hacia ella.

La chica dio un pequeño suspiro tratando de pensar que todo era una broma cruel.
Así que finalmente le preguntó:Y si yo me marchara lejos de ti, ¿llorarías por mí ?

La clave está en ir descubriendo tu misión.

En una tienda de herramientas, dentro de un estuche de cartón y plástico, colgado en una mampara se encontraba un destornillador, era él último modelo que se había sacado al mercado, su mango estaba pintado de vistosos colores que lo hacían ser bastante llamativo. Cuando caía la noche y toda la gente abandonaba la tienda, las herramientas se ponían a conversar…

– Hoy vino un electricista y me estuvo observando por varios minutos, seguro que en cuanto junte el dinero viene a comprarme. Conversaba emocionada la caja