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Una casita para el perro
Todos los días al dirigirme a mi trabajo veía aquel perro sarnoso, en el patio de una casa cercana. Tenía el pelaje sucio y lleno de nudos. Me daba lástima. Estaba encadenado a una estaca, de manera que podía correr en un gran círculo. Pero el césped había desaparecido y sólo había suciedad. En los días de lluvia el patio se convertía en un enorme…