El cojo.

El dueño de una tienda estaba colocando un anuncio en la puerta que decía:»Cachorritos en venta». Esa clase de anuncios siempre atraen a los niños, y pronto un niñito apareció en la tienda preguntando: «¿Cuál es el precio de los perritos?.

El dueño contestó: Entre $30 y $50».

El niñito metió la mano en su bolsillo y sacó unas monedas:

Las 4 esposas.

Había una vez un rico comerciante que tenia 4 esposas. A la que mas amaba era a la cuarta, a quien vestía con ricas galas, trataba con gran delicadeza y solo manjares prodigaba. Ningún pedido suyo era demasiado para el. Gran cuidado y total atención le dispensaba Para ella solo tenia lo mejor de lo mejor.

También amaba mucho a su bellísima tercera esposa

El Amor y el Tiempo.

Dicen que en una isla habitaban todos los valores, las emociones y sentimientos del hombre.

El buen humor, la tristeza, las sabiduría, en fin todos, incluso el amor. Un día se anunció que la isla se hundiría y debían salir todos.
Prepararon sus barcas y partieron y únicamente el Amor se quedó esperando solo

El portero de la Farmacia.

No había en el pueblo peor oficio que el de portero de la farmacia. Pero ¿qué otra cosa podría hacer Juan? De hecho, nunca había aprendido a leer ni a escribir, no tenía ninguna otra actividad ni oficio.

Un día se hizo cargo de la farmacia un joven con inquietudes, creativo y emprendedor. El joven decidió modernizar el negocio. Hizo cambios y después citó al personal para darle nuevas instrucciones. Al portero, le dijo: A partir de hoy usted, además de estar en la puerta, me va a preparar un reporte semanal donde registrará la cantidad de personas que entran día

El corazón de un niño.

Era uno de los días más calientes del tiempo seco de verano. No habíamos visto la lluvia en casi un mes. Las cosechas se estaban muriendo. Las vacas habían parado de dar leche. Los ríos estaban secos hasta el piso.

Era la temporada seca que iba a llevar a siete granjeros a la bancarrota antes que terminara…Todos los días, mi esposo y sus hermanos iban por el proceso arduo de tratar de llevar agua a los campos.

Últimamente, el proceso envolvía llevar un camión a la planta y llenarlo de agua. Pero, las raciones de agua las cortaban cada día más. Si es que no veíamos lluvia pronto

Una Lección de $20.

Un reconocido orador inició su seminario sosteniendo un billete de $20 dólares y pregunta a su auditorio:
– Alguien quiere este billete?
Muchas personas levantaron la mano. Entonces les dijo:
-Alguno de ustedes recibirá este billete, pero antes voy a hacer algo.
Tomó el billete con su mano y lo oprimió hasta arrugarlo, luego volvió a preguntar si alguien todavía  lo quería.

Las manos del auditorio se mantenían arriba.
-Bien- dijo el orador- ¿Y si hago esto?
Tiró el billete al suelo y empezó a pisarlo