El proceso de refinación en tu vida
El chofer del sabio
Se cuenta que en los años 20 cuando un sabio era con frecuencia solicitado por las universidades para dar conferencias. Dado que no le gustaba conducir y sin embargo el coche le resultaba muy cómodo para sus desplazamientos, contrató los servicios de un chofer.
Después de varios días de viaje, El Sabio le comentó al chofer lo aburrido que era repetir lo mismo una y otra vez.
«Si quiere», le dijo el chofer, «le puedo sustituir por una noche. He oído su conferencia tantas veces que la puedo recitar palabra por palabra.»
La lengua: nada mejor y peor.
Un mercader griego y rico quería dar un banquete con comidas especiales.
Llamó a su esclavo y le ordenó que fuera al mercado a comprar la mejor comida.
El esclavo volvió con un bello plato cubierto con un fino paño.
El mercader removió el paño y asustado dijo:
– ¿Lengua? ¿Es éste el plato más delicioso que encontraste?
El esclavo, sin levantar la cabeza, respondió:
– La lengua es el plato más delicioso, si señor.
La montaña de las dificultades.
En la selva vivían tres leones. Un día el mono, el representante electo por los animales, convocó a una reunión para pedirles una toma de decisión: Todos nosotros sabemos que el león es el rey de los
animales, pero para una gran duda en la selva: existen tres leones y los tres son muy fuertes. ¿A cuál de ellos debemos rendir obediencia? ¿Cuál de ellos deberá ser nuestro Rey?
Los leones supieron de la reunión y comentaron entre si: -Es verdad, la preocupación de los animales tiene mucho sentido. Una selva no puede tener tres reyes.
Apuntes de Anatomía.
Que los PIES te lleven por el camino más largo hacia la felicidad, porque Ia felicidad son solo puntos en el mapa de la vida, y el verdadero disfrute está en buscarlos en el conocimiento y profundidad de DIOS.
Que los OJOS reconozcan la diferencia entre un colibrí y el vuelo que lo sostiene. Aunque se detenga seguirá siendo un colibrí, y es conveniente que sepas
La tienda del cielo.
Estaba haciendo las compras de Navidad, cuando vi un letrero que decía: «La tienda del cielo».
Me causó curiosidad y me acerqué, la puerta se abrió lentamente y cuando me di cuenta, ya estaba adentro. Vi muchos ángeles parados en todas partes, uno de ellos me entregó una canasta y me dijo: «Ten, compra con cuidado todo lo que necesitas y lo que no puedas ahora, te lo llevarás después, eso sí, sólo puedes comprar cosas para ti».
Comencé a caminar por esa enorme y bella tienda y lo primero que compré fue PACIENCIA. EL AMOR estaba en la misma fila y más