El arte de la gente común
«No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento» Lucas 5:32
Caravaggio, el pintor italiano del siglo XVI, recibió críticas mordaces en su tiempo por representar a los personajes de la Biblia como personas comunes y corrientes. Sus críticos reflejaban una época en la que sólo se consideraba a los miembros de la realeza y la aristocracia como sujetos apropiados para la «inmortalidad» del arte.
Oración de un Padre.
Dame, Oh, Señor un hijo que sea lo bastante fuerte para saber cuando es débil, y lo bastante valiente para enfrentarse consigo mismo cuando sienta miedo. Un hijo, que sea humilde en la victoria y victorioso en la derrota.
Dame, Oh Señor, un hijo que nunca doble la espalda cuando deba erguir el pecho. Un hijo te conozca a ti y sepa conocerse a sí mismo que es lo fundamental en la vida. Condúcelo, te lo ruego, no por el camino fácil sino por aquel lleno de dificultades y retos, allí, déjale aprender a sostenerse firme y a sentir compasión por los que fallan.