La importancia de perdonar.
En un descuido, un elefante le pisó una patita a la hormiga con la que conversaba amigablemente.
– !Ay! – gritó la hormiga – !Ten cuidado donde pisas!
– !Oh! Lo siento. Perdóname – dijo el elefante.
– Con disculpas no se arreglan las cosas. Mira mi patita.
– Por favor, discúlpame. Fue sin querer – suplicó el elefante.