Milagro de guerra.

Durante la guerra en Korea, un hombre fue gravemente herido en un campo de batalla en Heartbreak Ridge. Sus amigos estaban cubiertos en una cueva de zorros como a 10 metros del lugar cuando este fue herido en una emboscada.

Mientras el fuego continuaba, los otros hombres discutían entre ellos que hacer. Pero como el fuego era intenso era díficil seguir arrastrándose y traer a su compañero herido, pues eso significaría la misma muerte.

El portero de la Farmacia.

No había en el pueblo peor oficio que el de portero de la farmacia. Pero ¿qué otra cosa podría hacer Juan? De hecho, nunca había aprendido a leer ni a escribir, no tenía ninguna otra actividad ni oficio.

Un día se hizo cargo de la farmacia un joven con inquietudes, creativo y emprendedor. El joven decidió modernizar el negocio. Hizo cambios y después citó al personal para darle nuevas instrucciones. Al portero, le dijo: A partir de hoy usted, además de estar en la puerta, me va a preparar un reporte semanal donde registrará la cantidad de personas que entran día

Un Vaso de Leche.

Un día, un muchacho pobre que vendía mercancías de puerta en puerta para pagar sus estudios, encontró que solo le quedaba una simple moneda de diez centavos, y tenía hambre. Decidió que pediría comida en la próxima casa. Sin embargo, sus nervios lo traicionaron cuando una encantadora mujer joven abrió la puerta. En lugar de comida le pidió un vaso de agua.

Ella pensó que el joven parecía hambriento así que le trajo un gran vaso de leche. El lo bebió despacio, y entonces le preguntó: ¿Cuánto le debo? -No me debes nada

Aprendiendo a caminar.

Recuerdo aquellos días hace mucho tiempo cuando nuestros hijos estaban aprendiendo a caminar. Primero mostraron su buena disposicion levantandose y dando uno o dos pasos vacilantes. Mi esposa y yo tendiamos nuestras manos y los alentabamos a caminar hacia nosotros. Los sosteniamos de las manos o por medio de tirantes en sus pantalones. Alababamos cada esfuerzo y alentabamos cada intento. Nunca nos desalentamos, ni nos rendimos hasta que aprendieron a caminar.