La caminata es parte del regalo.

La caminata es parte del regalo.

Recientemente leí una tierna historia acerca de una niña del África que me conmovió por completo. La pequeña sorprendió a su maestra con un precioso regalo. Cuando la maestra abrió el presente, encontró una hermosa ostra marina. Rápidamente preguntó a la niña dónde había encontrado aquella extraña y preciosa ostra. La pequeña le dijo que aquellas ostras sólo se encontraban en una determinada playa. La…

El mejor regalo de Dios

Carlitos estaba sentado mirando la pequeña montaña de regalos que estaban cerca de la chimenea. Su madre entró y le dijo: ¿En qué piensas Carlitos? Carlitos dijo…estaba pensando en cual de estos será el mejor regalo. Carlitos- respondió su madre- el valor de los regalos no se mide ni por el tamaño, ni por el color, el precio o la simple envoltura, ni siquiera por…

Jesús venció la muerte

“Y cuando entraron en el sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho, cubierto de una larga ropa blanca; y se espantaron. Mas él les dijo: No os asustéis; buscáis a Jesús nazareno, el que fue crucificado; ha resucitado, no está aquí; mirad el lugar en donde le pusieron”. Cuando todo parecía acabado, con un Jesús crucificado, muerto y sepultado, con unos fariseos y…

¡El Resucitó!

“Y hallaron removida la piedra del sepulcro; y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús.
Aconteció que estando ellas perplejas por esto, he aquí se pararon junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes; y como tuvieron temor, y bajaron el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, sino que ha resucitado.”

Hoy recordamos que hace mas de 2000 mil años, Jesucristo vino a la tierra para ofrecer el plan de salvación de Dios a la humanidad que se encontraba sumergida en el pecado y totalmente apartada de Dios.

Media vuelta

El tema de una conferencia cristiana era: «La vuelta a Dios». En la entrada, un cartel representaba un tope que señalaba el final de la vía férrea. Este tope también nos hace pensar en un callejón sin salida; detrás no hay más camino, no hay nada.

¿Es el lugar donde nos encontramos? ¿Nos hallamos ante un tope? ¿Nos damos cuenta de que nuestra vida no conduce a nada…? Es necesario dar media vuelta para volver a Dios. No basta ser simplemente un poco más razonable, un poco más amable…

Tres cosas que valen la pena conocer.

anciano1Un cierto anciano se levantó una vez en una reunión y dijo «Me he pasado cuarenta y dos años para aprender tres cosas».

Escuché con gran ahínco, porque pensé que valía la pena el hallar en tres minutos lo que a otro le había costado cuarenta y dos años el poder aprenderlo.

Dijo que la primera cosa que había aprendido era, que él no podía hacer nada con respecto a su salvación. Efesios 2:8-9 «Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe».

La estrella.

Durante la segunda guerra mundial era costumbre en los Estados Unidos que una familia que tuviera un hijo sirviendo en el ejército colocara una estrella en la ventana frontal de su casa. Cuando esta estrella era dorada, entonces significaba que este había entregado su vida por su país.

Hace muchos años caminada un hombre con su hijo por las calles de Nueva York y al ver las ventanas llenas de estrellas preguntó a su papá

¿Qué precio pagarías por la Biblia?

Un misionero que trabajaba con Evangelismo Subterráneo contó una historia acerca de un creyente en Rusia antes de la caída del comunismo.

Al saber que un amigo habia conseguido una Biblia, le pidió que se la prestara. Sin embargo, su amigo leía el precioso Libro cada noche hasta las 10 p.m.

La silla del amigo.

La hija de un hombre le pidió al pastor que fuera a su casa a hacer una oración para su padre que estaba muy enfermo. Cuando el pastor llegó a la habitación del enfermo, encontró a este hombre en su cama con la cabeza alzada por un par de almohadas. Había una silla al lado de su cama, por lo que el pastor asumió que el hombre sabía que vendría a verlo.

«Supongo que me estaba esperando», le dijo. «No, ¿quién es usted?», dijo el hombre. «Soy el pastor que su hija llamo para que orase con usted, cuando vi la silla vacía al lado de su cama supuse que usted sabia que yo estaba viniendo a verlo»