Practicando el Sermón del Monte

Un cristiano de la península de Corea visitó a uno de los misioneros que allí estaban, y le dijo que había aprendido el Sermón del Monte y deseaba repetirlo delante de él.

Enseguida aquel cristiano repitió, palabra por palabra, sin que le faltara alguna, los tres capítulos que componen el mencionado sermón.

La Palabra verídica.

alcoholD. L. Moody predicaba en cierta ocasión con respecto al valor de la Palabra de Dios en la vida del hombre. Repentinamente, fue interrumpido por la estentórea voz de uno de los concurrentes que dijo: –No creo ni una palabra de esas fábulas de viejas que usted dice que es la Biblia.

–Señor—replicó el orador–, hay un versículo en la Biblia que se verá obligado a creer: