Cuida tu testimonio

El semáforo se puso en amarillo justo cuando él iba a cruzar en su automóvil y como era de esperar, hizo lo correcto: se detuvo en la línea de paso para los peatones, a pesar de que podría haber rebasado la luz roja, acelerando a través de la intersección.

La mujer que estaba en el automóvil detrás de él estaba furiosa. Le tocó la bocina por un largo rato e hizo comentarios negativos en alta voz, ya que por culpa suya no pudo avanzar a través de la intersección. y para colmo, se le cayó el celular y se le regó el maquillaje. En medio de su pataleta, oyó que alguien le tocaba el cristal del lado.

Un testimonio para compartir

Todos tenemos, sin lugar a duda, una historia que contar. Nunca rechaces a alguien por lo débil que parezca o por lo insignificante que pueda sonar su historia.

Prueba lo que te digo… conmigo mismo.

Para cuando nací, mis padres llevaban años de haber entregado sus vidas a Jesucristo. Me crie aprendiendo las fantásticas historias de la Biblia. Mi padre además es un graduado de seminario bíblico, así que ya te llevas la idea. Prácticamente resultaba fácil para mí aprender pasajes y saberme las vidas de Abraham, Moisés, David y muchos más.

No calles lo que Dios te ha dado

“Entonces el Señor dijo a Pablo en visión de noche: No temas, sino habla, y no calles”

¿Cuándo fue la última vez que le hablaste a alguien de Cristo?

El evangelio es id y predicad las buenas nuevas de salvación, pero realmente ¿Cuántos de nosotros estamos cumpliendo la gran comisión?

Nos pasamos la vida cristiana esperando que Dios nos ministre, esperando que Dios conteste nuestras mas anheladas peticiones, que El haga grandes cosas en nuestra vida, familia, trabajo y Ministerio, pero ¿Cuántos de nosotros estamos trabajando para expandir el Reino de los Cielos?

¡Señor, mata la araña!

aranaLos cristianos a veces tenemos los sentimientos confundidos acerca de nuestros pecados. Tenemos miedo de ser dañados por nuestros pecados, y queremos ser perdonados. Pero no estamos seguros de querer librarnos de ellos ya ahora.

Un hombre me dijo que tiene un mal hábito que está estorbando su comunión con Dios

Los 10 centavos.

Un joven predicador fue invitado a último momento para que predicase un sermón en la iglesia de su ciudad. Siguiendo un impulso, usó como tema uno de los Diez Mandamientos: “No hurtarás”. A la mañana siguiente, subió a un autobús y le dio al conductor un billete de un dólar.

El conductor le dio el cambio y él se dirigió a la parte trasera del vehículo