La roca inamovible

Después de un naufragio en una terrible tempestad, un marino pudo llegar a una pequeña roca y escalarla, y allí permaneció durante muchas horas.

Cuando al fin pudo ser rescatado, un amigo suyo le preguntó:–¿No temblabas de espanto por estar tantas horas en tan precaria situación, amigo mío?.–Sí –contestó el náufrago–, la verdad es que temblaba mucho; pero… ¡la roca no…! Y esto fue lo que me salvó.

Salmos 18:2 Roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.

Como enfrentar la vida (Salmo 3)

1.- Sin Dios, no hay salvación. (Estamos perdidos)

“¡Oh Jehová,  cuánto se han multiplicado mis adversarios!
Muchos son los que se levantan contra mí. Muchos son los que dicen de mí: No hay para él salvación en Dios.”

Los problemas casi siempre vienen en montón. Se multiplican y decimos: tenemos una mala racha. Nos puede estar yendo demasiado mal, pero es mucho peor, cuando se nos termina la esperanza. Cuando cualquiera viene y te dice, no tiene solución tu problema. Pero es aún peor, cuando pensamos que Dios nos abandono. Cuando ya no sentimos a Dios, cuando inclusive le echamos la culpa a Dios, y pronunciamos ¿Por qué me haces esto Dios? SIN DIOS NO TENGO SALVACION.

Basta una samaritana para convertir una ciudad

Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres: Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será este el Cristo?. Juan 4:28,29

Lo que no habían hecho los discípulos escogidos, los colaborados más intimos y especiales del Salvador —Pedro, Andrés, Felipe, Natanael…— lo hizo una mujer de corazón valiente, una mujer extranjera que apenas acababa de conocer a Jesús. Lo que ellos habían mantenido en secreto, esta mujer lo publicó inmediatamente. Y, lo que es aún más admirable, en lugar de las burlas, la indiferencia o la hostilidad que cabía esperar,

Viviendo el reino

Tengo muchos amigos que trabajan en malos vecindarios. Uno de estos guerreros urbanos trasladó a su familia a una zona urbana muy pobre.

Un día, cuando caminaba por el pasillo en el edificio de su apartamento, notó a dos muchachos que estaban fumando crack. Al no querer que sus hijos vieran lo que los jóvenes estaban haciendo, les pidió a ambos que se detuvieran.

Lo siguiente que supo es que el puño de uno de ellos le dio en la mandíbula. Con la nariz y la boca sangrando, les respondió: «Si Jesús derramó Su sangre por mí, yo puedo derramar la mía por ustedes».

La otra copa de la cena del Señor

Las pinturas de la Cena del Señor muestran una copa y una bandeja. La copa representa la sangre que Jesús derramó para salvarnos del pecado, y en la bandeja está el pan, que simboliza Su cuerpo que fue molido por nosotros. Lo que no vemos es la segunda copa que Jesús bebió solo: la que hizo posible nuestra salvación.

La frase “beber de esta copa” se refiera a la disposición de la persona de tomar parte en un acto.

Pecas

Dios tiene maneras creativas y aún divertidas para comunicarse con nosotros, para llamar nuestra atención y guiarnos… sólo tenemos que estar atentos y, por supuesto obedecerle. Esto nos muestra la anécdota de Juan, un joven creyente a quien le habló Dios de una manera muy singular.

Juan aguardaba el autobús para regresar a casa. Aburrido por la larga espera, comenzó a mirar a su alrededor. Cerca de donde él se hallaba había un puesto de revistas y Juan echó un vistazo por las diferentes ediciones, y, de manera casi imperceptible, sus ojos lograron captar portadas de revistas pornográficas que se vendían allí.

Jesús, !Qué nombre tan maravilloso!

nombrejesusEl nombre Jesús evoca sentimientos diferentes. Dependiendo del individuo, puede significar una figura histórica, un buen maestro, un profeta o una palabra maldita. Pero, para muchos en todo el mundo, ese nombre es sinónimo de “Señor y Salvador”.

¿Qué tiene ese nombre? ¿Por qué algunos responden con alabanzas y adoración, mientras que otros lo hacen con blasfemias e irritación? La respuesta está en que Jesús no es simplemente una persona más. Él es un tema controversial. Nuestra respuesta a quién Él es, determinará no sólo nuestra manera de vivir, sino también nuestro destino eterno.

El nombre de Jesús representa todo lo que Él es y hace. La Biblia lo identifica como el Hijo de Dios, igual al Padre en carácter y atributos.

La sencillez de la fe.

leyendoUn evangelista inglés estaba hospedado una vez en casa de unos amigos. Una noche cuando estaba preparando un sermón, una niña le dijo: «Señor Moorhouse, yo quiero ser una cristiana». «Bien hijita, dijo, usted puede, porque es muy fácil».

Le dijoque abriera su Biblia al capítulo 53 de Isaías, y leyera los versículos 4 y 5, y donde dice nuestro y nosotros, lo cambiara en mí y yo. Así lo hizo y leyó:
«Ciertamente llevó Él mis enfermedades, sufrió mis dolores; y yo le tuve por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas, él, herido fue por mis rebeliones, molido por mis pecados. El castigo de mi paz fue sobre él y por su llaga…». Y aquí la niña se detuvo de repente, y sus ojos se llenaron de lágrimas .
El evangelista le dijo: «Siga leyendo» y la niña continuó, «fui yo curada». «Es así tan sencillo como eso», dijo el evangelista y la niña se fue creyendo.
Entra tú, lector, en la posesión de esta salvación, es para tí también.
Tomado de Fuego de Pentecostés N. 10

Le dijo que abriera su Biblia al capítulo 53 de Isaías, y leyera los versículos 4 y 5, y donde dice nuestro y nosotros, lo cambiara en mí y yo. Así lo hizo y leyó:

Un comerciante honrado.

cielo2Un comerciante pudiente fue herido de gravedad en un accidente ferroviario. Su mujer, su hijo y un creyente estaban al lado de su cama. Al sentir que la muerte se acercaba, el moribundo dijo a su esposa: –Las cuentas de nuestra empresa están en orden, las facturas pagadas. No tendrás problemas; la contabilidad ha sido llevada  excelente.

A su hijo le dijo: –Heredas un negocio sin deudas, el cual ha sido llevado honrosa y correctamente. Es de gran renombre. Sigue conduciéndolo así.

Tres cosas que valen la pena conocer.

anciano1Un cierto anciano se levantó una vez en una reunión y dijo «Me he pasado cuarenta y dos años para aprender tres cosas».

Escuché con gran ahínco, porque pensé que valía la pena el hallar en tres minutos lo que a otro le había costado cuarenta y dos años el poder aprenderlo.

Dijo que la primera cosa que había aprendido era, que él no podía hacer nada con respecto a su salvación. Efesios 2:8-9 «Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe».