Plumas en el camino.

Un hombre empezó a esparcir rumores sobre uno de sus vecinos. En pocos días, todo el vecindario conocía los chismes, que no tardaron en llegar a oídos de la persona involucrada. Por supuesto ella se ofendió mucho y quedó muy dolida.

Con el tiempo, la persona que empezó a esparcir los rumores descubrió que lo que  había echo era completamente falso. Buscando resarcirse de su error,