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El amor protector de una madre.
“Entonces la mujer de quien era el hijo vivo, habló al rey (porque sus entrañas se le conmovieron por su hijo), y dijo: ¡Ah, señor mío! dad a ésta el niño vivo, y no lo matéis. Mas la otra dijo: Ni a mí ni a ti; partidlo”. 1 Reyes 3:26
Un episodio tenso que pondría a prueba la sabiduría de Salomón, dos mujeres habían tenido hijo cada una