Un día Betty, un miembro de la iglesia, llamó y me pidió que visitara a un amigo que estaba en el hospital, así es que fui.
Visité a Bob muchas veces y hablamos de todo. Nuestra conversación favorita era referente a los Celtas de Boston, nuestro equipo favorito de baloncesto. Un día después de visitarle al igual que a otras personas en el hospital, llamé a casa antes de ir a la oficina. Margaret se mostró muy callada en el teléfono y le pregunté:
—¿Qué pasa, mi amor?
—Betty me acaba de llamar—dijo—. Bob murió.
Como lo has podido constatar, estamos viviendo cada vez mas en medio de situaciones altamente peligrosas.
En lo personal, yo he llegado a entender que la seguridad humana no es una garantia que pueda preservarme en medio del caos de violencia que vivimos. Definitivamente que no nos podemos abstraer de la realidad.
Vemos los noticieros y los periódicos con informaciones espeluznantes que jamás creíamos que íbamos a ver.
“Entonces el Señor dijo a Pablo en visión de noche: No temas, sino habla, y no calles”
¿Cuándo fue la última vez que le hablaste a alguien de Cristo?
El evangelio es id y predicad las buenas nuevas de salvación, pero realmente ¿Cuántos de nosotros estamos cumpliendo la gran comisión?
Nos pasamos la vida cristiana esperando que Dios nos ministre, esperando que Dios conteste nuestras mas anheladas peticiones, que El haga grandes cosas en nuestra vida, familia, trabajo y Ministerio, pero ¿Cuántos de nosotros estamos trabajando para expandir el Reino de los Cielos?