De mi cruz a tu soledad.

Te escribo desde mi cruz a tu soledad, a ti, que tantas veces me miraste sin verme y me oíste sin escucharme.

A ti, que tantas veces prometiste seguirme de cerca y sin saber por qué te distanciaste de las huellas que dejé en el mundo para que no te perdieras.

A ti, que no siempre crees que estoy contigo