La obra de Cristo

Un niño construyó un botecito con mucho cuidado. Al llevarlo a un río para probarlo, se lo llevó la corriente. El niño triste se fue a su casa. Poco tiempo después lo vio en la vitrina de una tienda. Entró y lo reclamó como suyo, pero el vendedor le explicó que lo había comprado y que por eso no se lo podía dar a menos…

Dar con alegría.

Por su vestimenta se veía que era una mujer muy humilde y sencilla, además había enviudado hace unos pocos años atrás, pero allí estaba en el templo, frente a la cesta de las ofrendas, donde otros, con esplendidos vestidos de telas muy finas y enormes añillos de oro, momentos antes, habían echado grandes cantidades de dinero, con cierta ostentación y orgullo.

Pero ella con una dulce sonrisa en sus labios echó lo único que le quedaba, dos monedas de muy bajo valor que eran todo su sustento.

El mecánico del alma.

Una vez iba un hombre en su automóvil por una larga y muy solitaria carretera cuando de pronto su automóvil comenzó a detenerse hasta quedar parado. El hombre bajó, lo revisó y trató de averiguar qué era lo que tenía.

Pensaba que pronto podría encontrar el desperfecto que tenía su automóvil pues hacía muchos años que lo conducía. Sin embargo, después de mucho rato, se dio cuenta de que no podía encontrar el fallo del motor