En Cristo somos perdonados
Siendo Rey murió por mí.
En estos días que la humanidad sensibiliza un poco su corazón para volver sus ojos a Dios no podemos desaprovechar la oportunidad de proclamar a gran voz lo que Jesús hizo por todos nosotros.
Ayer mientras manejaba iba escuchando una hermosa alabanza y una frase me quedo grabada en mi mente y esa fue: “Siendo Rey moriste por mi”. En ese mismo instante reflexione sobre esa frase y me di cuenta las verdades que encierra.
Las despedidas
El significado de la palabra «despedida», no siempre suena igual en nuestros oídos.
Podemos estar en una fiesta de «despedida de soltero» y disfrutamos mucho , lo pasamos muy bien, o podemos estar frente a un féretro «despidiendo» los restos de una persona a la que amamos mucho y sentir que nuestro corazón se rompe a pedazos.
Todos tarde o temprano pasamos momentos de «despedida»
La despedida
«Hijo mío, cuando estés en dificultades, no te olvides de orar a Dios. Con estas palabras una madre se despidió de su hijo único que se iba como marinero. Ella estaba muy preocupada por él, pues el joven acababa de rehusar entregar su vida a Dios. ¡Si por lo menos en la angustia se acordara de Dios!
«Eso de orar…ya lo veremos…» pensaba alegremente el joven. El quería dirigir su vida por sí mismo. Sin embargo, en su primer viaje el joven tuvo un accidente que le hizo pensar en Dios.