"Manos que oran"

mano-orando«Durante el siglo XV, en una pequeña aldea cercana a Nüremberg, vivía una familia con 18 niños. Para poder poner pan en la mesa para tal prole, el padre, y jefe de la familia, trabajaba casi 18 horas diarias en las minas de oro, y en cualquier otra cosa que se presentara.

A pesar de las condiciones tan pobres en que vivían, dos de los hijos de Albrecht Durer tenían un sueño.

Todo por ocho dólares.

Una columna de fuego naranja y nubarrones de humo negro subían hacia el cielo vespertino de Austin, Texas, mientras los bomberos se apersonaban a un edificio de apartamentos de dos pisos en llamas.

Mientras los carros-bomba con sus sirenas a todo volumen se detenían, gente en pijamas, ropa interior y aún arropados con sobrecamas corrían desde el edificio.

Rosas para mi Rosa.

Tenía predilección por las rosas rojas, y se llamaba Rosa.
Todos los años su esposo le enviaba hermosos ramilletes.
El año que él murió, llegaron las rosas con una tarjeta
que decía, como todos los años anteriores: «¡Feliz día de los enamorados!»

Cada año le enviaba rosas, y la nota decía siempre:
«Te amo aun más este año, más que el año pasado en esta fecha

Un helado para el alma.

La semana pasada lleve a mí hijo a comer a un restaurante. Mi hijo de dos años me preguntó si podía bendecir la mesa antes de comer lo que nos habían traído.
Mientras inclinamos nuestras cabezas, y plegamos nuestras manos, mi niño dijo:

-Dios es bueno, Dios es grande. Te doy gracias por los alimentos que vamos a comer y te agradecería aún más si mamá nos da helado como postre. Y que haya libertad y justicia para todos. Amén

Amor en cajita de leche.

Dos hermanitos en puros harapos, uno de cinco años y el otro de diez, iban pidiendo un poco de comida por las casas de la calle que rodea la colina. Estaban hambrientos: “vaya a trabajar y no molesten”, se oía detrás de la puerta; “aquí no hay nada, pordiosero…”, decía otro…Las múltiples tentativas frustradas entristecían a los niños…

Por fin, una señora muy atenta les dijo: “Voy a ver si tengo algo para ustedes…

¿Tienes tiempo de leerlo?

Aún no llego a comprender como ocurrió, si fue real o un sueño.  Solo recuerdo que ya era tarde y estaba en mi sofá preferido con un buen libro en la mano.  El cansancio me fue venciendo y empecé a cabecear…

En algún lugar entre la semi-inconciencia y los sueños, me encontré en aquel inmenso salón, no tenia nada en especial, salvo una pared llena de tarjeteros, como los que tienen las grandes bibliotecas.

Fabricando un Padre.

En el taller más extraño y sublime conocido, se reunieron los grandes arquitectos, los afamados carpinteros y los mejores obreros celestiales que debían fabricar al padre perfecto: -«Debe ser fuerte», comentó uno. -«También, debe ser dulce», comentó otro experto. -«Debe tener firmeza y mansedumbre: tiene que saber dar buenos consejos».

-«Debe ser justo en momentos decisivos; alegre y comprensivo en los momentos tiernos». -«¿Cómo es posible –interrogó un obrero

El amor verdadero.

Un hombre de cierta edad vino a la clínica donde trabajo para hacerse curar una herida en la mano. Tenía bastante prisa, y mientras se curaba le pregunté qué era eso tan urgente que tenía que hacer.

Me dijo que tenía que ir a una residencia de ancianos para desayunar con su mujer que vivía allí. Me contó que llevaba algún tiempo en ese lugar y que tenía un Alzeimer muy avanzado.

El corazón de un niño.

Era uno de los días más calientes del tiempo seco de verano. No habíamos visto la lluvia en casi un mes. Las cosechas se estaban muriendo. Las vacas habían parado de dar leche. Los ríos estaban secos hasta el piso.

Era la temporada seca que iba a llevar a siete granjeros a la bancarrota antes que terminara…Todos los días, mi esposo y sus hermanos iban por el proceso arduo de tratar de llevar agua a los campos.

Últimamente, el proceso envolvía llevar un camión a la planta y llenarlo de agua. Pero, las raciones de agua las cortaban cada día más. Si es que no veíamos lluvia pronto