Vértigo juvenil.

Al bebé, de dieciocho meses de edad, lo llevaron al hospital. Estaba en estado comatoso. Presentaba grandes hematomas en la cabeza y golpes en diferentes partes del cuerpo. No pudieron salvarlo. Murió en las manos del médico.

Acto seguido, se dieron a la tarea de hallar al responsable de las heridas. No había duda de que la criatura había sido golpeada. Se trataba de homicidio.