La cruz

Para el pueblo que recibió la ley de parte de Dios la Cruz fue el castigo merecido de un profeta de Belén. El cual perdió la razón y se dio a conocer a ellos cómo el Cristo de Dios, aquél del cual se había dicho que les libertaría de todo yugo. Pero ellos no le reconocieron.

Para el imperio que gobernaba en esa época la Cruz fue lo que merecía un tumultoso que junto con un grupo de pescadores, publicanos y prostitutas aseguraban que existía un reino mucho mayor que el que sus ojos veían.