Dénle ustedes de comer
Pasaje bíblico: Mateo 14.14-15:
“Al bajar Jesús de la barca, vio la multitud; sintió compasión de ellos y sanó a los enfermos que llevaban. Como ya se hacía de noche, los discípulos le dijeron: -Ya es tarde, y este es un lugar solitario. Despide a la gente para que vayan a las aldeas y compren comida”.
La respuesta del Señor fue desconcertante: “¡Dénles ustedes decomer!”. Y los discípulos naturalmente quedaron asombrados: ¿darde comer a más de cinco mil personas?
En muchas ocasiones también nosotros nos sentimos impotentes ante algún pedido que entendemos está mucho más allá de nuestras posibilidades.
"Manos que oran"
«Durante el siglo XV, en una pequeña aldea cercana a Nüremberg, vivía una familia con 18 niños. Para poder poner pan en la mesa para tal prole, el padre, y jefe de la familia, trabajaba casi 18 horas diarias en las minas de oro, y en cualquier otra cosa que se presentara.
A pesar de las condiciones tan pobres en que vivían, dos de los hijos de Albrecht Durer tenían un sueño.
El milagro de una canción.
Como cualquier buena mamá, cuando Karen supo que estaba esperando un bebe, hizo lo que pudo para ayudar a su hijo Michael de tres años a prepararse para una nueva etapa en su vida.
Supieron que el nuevo bebe iba a ser una niña, y día y noche, Michael le cantaba a su hermanita en el vientre de su madre. El estaba encariñándose con su hermanita aun antes de conocerla. El embarazo de Karen progresó normalmente
El Don de dar.
A un amigo mío llamado David, su hermano le dio un automóvil como regalo. Un día, cuando David salió de su oficina, un niño de la calle estaba caminando alrededor del brillante coche nuevo admirándolo.
– ¿Este es su coche señor?- preguntó. David afirmó con la cabeza. – Mi hermano me lo regaló.
El niño estaba asombrado. – ¿Quiere decir que su hermano se lo regaló