Enseñar con el ejemplo
En una ocasión una abuela trajo su nieto a Mahamat Gandhi. El niño tenía un apetito insaciable por el azúcar lo cual estaba poniendo en peligro su salud.
“Por favor, ella suplicó a Gandhi, dígale a mi nieto que deje de comer azúcar, ya que se que él lo respeta mucho a usted, yo se que él le escuchará lo que usted le diga. Gandhi les pidió que se fueran y regresaran en cuatro días.
Yo soy Padre.
Mientras contemplaba a su joven hijo dormir tranquilamente, Tom meditó: Realmente soy un padre.
Hasta que su hijo estuvo a punto de cumplir los nueve años, la idea de serlo no era algo nuevo. Lo novedoso fue su comprensión de la envergadura que representa el ser padre. La revelación afloró con lentitud, pero una vez consciente de ello, Tom no podía apartarlo de su mente. Y meditando en la definición de padre, le fue imposible no remontarse a su infancia.
Recordó a su padre recostado sobre la vieja camioneta Chevy de 1957, trabajando hasta altas horas de la noche para reparar el motor.