Él está allí ¿por qué dudas?

A veces pareciera que se nos olvida que no estamos solos en las batallas de la vida. A veces nos falta memoria para recordar quién es nuestro Defensor, quien es el que pelea por nosotros o quien es quien cuida de nosotros.

A veces vamos por la vida como huérfanos, como que si no tuviéramos un Padre que nos ama y se preocupa por nosotros.

La roca.

Cuentan que un muy buen hombre vivía en el campo pero tenía problemas físicos, cuando un día se le apareció Jesús y le dijo: «Necesito que vayas hacia aquella gran roca de la montaña, y te pido que la empujes día y noche durante 1 año».

El hombre quedó perplejo cuando escuchó esas palabras, pero obedeció y se dirigió hacia la enorme roca de varias toneladas que Jesús le mostró. Empezó a empujarla con todas sus fuerzas, día tras día, pero no conseguía moverla ni un milímetro.