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Estrellas en la corona
Una señorita se hallaba ante el espejo, ajustando un ornamento sobre su cabello para que pudiera brillar mejor.
Estaba preparándose par ir a una fiesta. Observando por el espejo a su hermana pequeña, le dijo:
-Ana, ¿qué te pasa?
-sólo estaba pensando – replicó la niña.
-Pero, pensando, ¿qué?
-Pensando sobre lo que dijo mi maestro de la Escuela Dominical el Domingo pasado: Que si podemos ganar un alma para Cristo, tendremos una estrella en nuestra corona, y estaba preguntándome si mi estrella brillaría más que tu diamante.