La Biblia y el Celular.

¿Se imaginan que pasaría si tratáramos a nuestra Bíblia de la misma forma que tratamos a nuestro celular?
¿Y siempre cargáramos nuestra Biblia en la cartera, en el maletín, en el cinturón o en el bolsillo del traje?
¿Y le diéramos una ojeada varias veces al día?

¿Y nos volviéramos para buscarla cuando nos la olvidamos en casa o en la oficina?