El bote

De nuevo Jesús llamó a la multitud. —Escúchenme todos —dijo— y entiendan esto: Nada de lo que viene de afuera puede contaminar a una persona. Más bien, lo que sale de la persona es lo que la contamina.

Después de que dejó a la gente y entró en la casa, sus discípulos le preguntaron sobre la comparación que había hecho. — ¿Tampoco ustedes pueden entenderlo? —les dijo—. ¿No se dan cuenta de que nada de lo que entra en una persona puede contaminarla? Porque no entra en su corazón sino en su estómago, y después va a dar a la letrina. Con esto Jesús declaraba limpios todos los alimentos.

Poema a la Biblia

Los cielos cuentan la gloria
Y la majestad de Dios,
Haciendo de El memoria
Aunque no se oiga su voz.

El sol que tanta alegría
Da a toda la humanidad,
¿No nos muestra cada día
Su clemencia y su bondad?

El arenero.

areneroUna vez, cuando tenía cinco años, fui a un parque local con mi mamá. Mientras jugaba en el arenero, vi a un niño de mi edad en silla de ruedas. Me acerqué a él y le pregunté si podía jugar. Ya que tenía sólo cinco años, no entendía por qué el niño no entraba en el arenero y jugaba conmigo. Me tomé mi cubeta, recogí toda la arena que pude y la puse en sus piernas. Después agarré unos juguetes y también los puse en sus piernas.