Mami…¿ella es un ángel?.
Cierta mañana decembrina, me detuve en un restaurante de una clínica para desayunar con una amiga. Veníamos de acompañar a una amiga mutua que estaba en su tratamiento de quimioterapia y la habíamos dejado en su casa reposando.
Iba charlando con mi amiga, cuando dirigí mi mirada hacia una de las mesas del lugar y vi aquel cuadro
Parábola de las quejas.
«Un hombre recibió una noche la visita de un ángel, quien le comunicó que le esperaba un futuro fabuloso: se le daría la oportunidad de hacerse rico, de lograr una posición importante y respetada dentro de la comunidad y de casarse con una mujer hermosa.
Ese hombre se paso la vida esperando que los milagros prometidos llegasen, pero nunca lo hicieron, así que al final murió solo y pobre.
Cuando llegó a las puertas del cielo vio al ángel que le había visitado tiempo atrás y protestó:
Tres regalos para el Señor Jesús.
Mateo 2:1-12.
Encontramos en nuestro texto piloto que Jesús en su nacimiento fue visitado por unos magos, eran personajes de un país oriental no especificado, que estudiaban los astros y veían en ellos signos del curso de la historia humana. El texto no dice cuantos eran los sabios (magos). Estos representan anticipadamente a los pueblos no judíos que llegaran a reconocer a Jesús como el Cristo o el Mesías
¿Qué sucedería si Dios …?
¿Instalara un contestador telefónico automático en el cielo?
Imagínate orando y escuchando el siguiente mensaje:
Gracias por llamar a la Casa de mi Padre.
Por favor selecciona una de estas opciones:
* Presiona 1 para peticiones.
* Presiona 2 para acciones de gracias
El corazón de una madre.
Cuando el Señor hizo a la mujer, era su sexto día de trabajo,
haciendo horas extras… Un Ángel apareció y trató de detener al Señor. «Esto es demasiado trabajo para un sólo día, mejor espera hasta mañana para terminar». «Pero no puedo», protestó el Señor. Estoy tan cerca de terminar esta creación por lo que está muy cerca de mi corazón.
El Ángel se acercó y tocó a la mujer
Carta de un hijo.
Sally saltó de su asiento cuando vio salir al cirujano. Le preguntó: «¿Cómo está mi pequeño?, ¿va a ponerse bien?, ¿cuándo lo podré ver?».
El cirujano dijo: «Lo siento; hicimos todo lo que estuvo a nuestro alcance».
Sally dijo, consternada: «¿Por qué a los niños les da cáncer? ¿Es que acaso Dios ya no se preocupa por ellos? DIOS, ¿dónde estabas cuando mi hijo te necesitaba?».