Una noche inolvidable

Fue una larga jornada, todo el dia había caminado, así que cuando comenzó a oscurecer preparo una cama para dormir, su colchón fue la tierra, el techo fue el firmamento, las estrellas titilando eran un bello cortinado, y como almohada puso una piedra; era una situación un poco incómoda, pero él nunca imaginó que iba a ser la noche más hermosa de su vida, «una noche inolvidable».

Se quedó dormido y tuvo un sueño: Vio una larga escalera que comenzaba en la tierra y llegaba al cielo, por ella subían y bajaban angeles de Dios, y en la parte superior se escucho la voz de Dios que le decía:»Yo soy el Dios de tus padres, a ti y a tus descendientes te daré esta tierra y serán bendecidos, Yo estaré contigo y no te abandonare, te cuidare por dondequiera que vayas».

¡Qué susto tenía cuando se despertó! con voz fuerte exclamó: «Dios esta aquí y yo no lo sabía, esta es la casa de Dios. ¡Es la puerta del cielo!

Este sueño le dio a Jacob confianza, renovó sus fuerzas, he hizo un pacto con Dios en ese lugar. Pensó que estaba solo y que lo único que le quedaba era huir, pero Dios le mostró que no lo estaba y siempre estaba a su lado.

Dijo el poeta David: ¿Adonde huiré de tu presencia? Si pudiera yo subir al cielo, allí te encontraría; si bajara a lo profundo de la tierra también allí te encontraría, si volara hacia el este tu mano me guiaría; si me quedara en el oeste también allí me darías tu ayuda, si yo quisiera que fuera de noche para esconderme en la oscuridad, de nada serviría.

A veces como Jacob, queremos huir de la realidad, pensamos que por las circunstancias que estamos viviendo estamos desprotegidos, y que Dios se apartó, pero no es así El siempre esta y a menudo nos tiene que visitar diciéndonos:»Yo estoy contigo, no te dejaré y serás bendición y donde tu vayas Yo iré….