La cena con Jesús.

Ruth miró en su buzón del correo, pero solo había una carta. La tomó y la miró antes de abrirla, pero luego la miró con más cuidado. No había sello ni marcas del correo, solamente su nombre y dirección. Leyó la carta:

Querida Ruth:
«Estaré en tu vecindario el sábado en la tarde y pasaré a visitarte. Con amor, Jesús»

Sus manos temblaban cuando puso la carta sobre la mesa.