Dios permitió que te equivocaras.
Tu historia personal, desde su COMIENZO al PRESENTE; y del PRESENTE hacia su FINAL, no ha estado ni estará a la deriva, aunque por momentos tú así lo hayas sentido…
A lo largo de tu caminar por esta vida, Dios ha estado pendiente de todos tus pasos… Es cierto que hubo momentos que diste pasos tan errados, que tuviste que enfrentar consecuencias de tristeza, dolor y frustración. Pero eso no indica que Dios estaba desentendido de ellos.