El predicador y el caballo.

El predicador y el caballo.

Un predicador preparaba su mensaje al aire libre, tenía que exhortar la palabra y estaba muy nervioso... como no había gente en ese lugar decidió hacerlo hablándole a un caballo. Sus palabras eran fuertes, ¡¡Arrepiéntete caballo!! le decía porque Dios te está llamando, y sólo aceptando a Jesucristo tendrás vida eterna. Continuó así por varios minutos, caballo a tí te hablo, ven hacia Jesucristo que…