Mirarse en el espejo

Un hombre que tenía un grave problema de miopía se consideraba un experto en evaluación de arte. Un día visitó un museo con algunos amigos. Se le olvidaron los lentes en su casa y no podía ver los cuadros con claridad, pero eso no lo detuvo de ventilar sus fuertes opiniones. Tan pronto entraron a la galería, comenzó a criticar las diferentes pinturas. Al detenerse…

No seas un león en tu propia casa

Un esposo tiránico le exigió una vez a su esposa que actuara conforme a un rígido conjunto de normas que él mismo eligió. Ella debía realizar ciertas cosas para él como su esposa, mantener la casa de cierta manera, tratar a sus hijos en público de un modo determinado. La esposa trató de complacer a su marido, pero luego de un tiempo comenzó a odiar…

Murió para darle vida

A un estudiante de seminario, de carácter firme, le preguntaron por qué llevaba una vida consagrada y piadosa casi al extremo.

«Cuando yo estaba por nacer hubo complicaciones graves», contestó el estudiante. «El doctor salió al pasadizo donde esperaba mi padre y le dijo: «No hay esperanza, no podemos salvar a los dos. Usted tendrá que decidir, ¿salvamos a su esposa o a su hijo?» Sin vacilar un momento mi padre dijo: «Salve a mi esposa».

La corbata gastada.

corbataPastor:  Hoy por la mañana anduve de tienda en tienda
Caminaba y caminaba buscándote un regalito!
De una artística vitrina me gusto esta corbata…
Pedí que me la envolvieran y corrí hasta mi casa.

Le dije alegre a mi esposa:
Mujer, mira que belleza!
¿no es verdad que es muy hermosa?
Y así,  con esta corbata, yo me sentía orgulloso.

Pero, mientras me arreglaba para venir a la fiesta
Yo pensaba, recordaba y comencé a tararear
Sin  siquiera darme cuenta:
Estoy listo si el me llama… a su viña a trabajar!

El árbol de manzanas.

padres1Hace mucho tiempo existía un enorme árbol de manzanas. Un pequeño niño lo amaba mucho y todos los días jugaba alrededor de él. Trepaba al árbol hasta el tope y el le daba sombra. El amaba al árbol y el árbol amaba al niño.

Pasó el tiempo y el pequeño niño creció y el nunca más volvió a jugar alrededor del enorme árbol.
Un día el muchacho regresó al árbol y escuchó que el árbol le dijo triste: «¿Vienes a jugar conmigo?» pero el muchacho contestó «Ya no soy el niño

La becerra del Señor.

becerraMartyn Lloyd-Jones relató una historia acerca de un granjero que entró en su casa un día para informar a su esposa y familia de unas buenas noticias. «La vaca acaba de dar a luz a dos becerras – una blanca y la otra roja.» Continuó diciendo, «Debemos de dedicar por lo menos una de estas becerras al Señor.
Criaremos a las dos juntas y cuando viene el momento oportuno, venderemos la una

Una decisión de última hora.

reloj1Fue una decisión de última hora. «Nos regresamos hoy mismo», anunció Pedro Nocón. A todos los que festejaban les cayó mal. Se habían reunido dieciséis parientes, de distintos lugares, para una fiesta familiar, y habían estado muy alegres. Pero por alguna razón que ellos no podían explicarse, Pedro Nocón, de treinta y ocho años de edad, decidió regresarse, con su familia, antes que terminara el evento.

Pedro, su esposa Ampee, y sus hijitas Glorianne de cinco años

La otra mujer.

Después de varios años de matrimonio, descubrí una nueva manera de mantener viva la chispa del amor. Desde hace poco había comenzado a salir con otra mujer, en realidad había sido idea de mi esposa.

«Tú sabes que la amas.» Me dijo un día, tomándome por sorpresa. «La vida es demasiado corta, debes dedicarle tiempo.»

«¡Pero yo te amo a ti!» Protesté.
«Lo sé. Pero también la amas a ella.»

Dormir en paz.

Un joven aplicó para un empleo de obrero en una granja. Cuando el granjero le preguntó sobre sus calificaciones, él dijo: “Puedo dormir cuando el viento sopla”. Esto sorprendió al granjero. Pero como le cayó bien el joven, lo empleó.

Unos pocos días más tarde, el granjero y su esposa fueron despertados en la noche por una violenta tormenta. Rápidamente comenzaron a revisar las cosas para ver si todo estaba seguro

El sueño roto.

El sueño de su vida era ser misionero, y parecía como si finalmente se fuera a hacer realidad. Sentado en la oficina de la agencia misionera, el nervioso joven le aseguró al entrevistador que él y su flamante esposa estaban decididos a trabajar duro, administrar sus recursos como buenos mayordomos, y procurar que se proclamara a Cristo al mayor número de personas posible. Confiaban en que todo su futuro estaba saliéndole a pedir de boca.