Amor, la Clave para la madurez de carácter en el cristiano
En la vida cristiana los dones espirituales son importantes y necesarios para dar a conocer que Jesucristo está con nosotros; ya que la gente ve el poder de Dios en acción. Sin embargo, el Fruto del Espíritu Santo es indispensable en la vida de cada creyente, ya que a través de él testificamos no sólo que Dios está con nosotros, sino también que Dios vive en nosotros y que somos discípulos de Jesucristo.
Porque el Fruto es para unas excelentes relaciones humanas entre todos los cristianos y aún con los no cristianos.
Cierta noche, un hombre bien vestido fue a ver a un creyente muy conocido. Con voz suplicante le pidió:»¡Sálveme!». COmo su padre había sido un bebedor empedernid, él mismo tenía aversión al alcohol. Pedía socorro porque dos o tres veces por año le sobrevenía la necesidad de beber; entonces debía emborracharse. Después sentía una profunda vergüenza.
-Quédense con su vieja Biblia. No la necesito, ¡yo soy mi propio dios!Así fueron recibidos en una cárcel dos visitantes que quisieron ofrecer un Nuevo Testamento a un preso llamado José.
Érase una vez un hombre que no creía en Dios. No tenía reparos en decir lo que pensaba de la religión y las festividades religiosas, como la Navidad. Su mujer, en cambio, era creyente a pesar de los comentarios desdeñosos de su marido.