El niño que soy.
Soy un niño con un nombre que me sustenta llámame por mi nombre. Acéptame como soy: no me compares. Yo soy como tú, un individuo único con únicas maneras de percibir interpretar y expresarse. Aprender es agradable. No me lo eches a perder con castigos tareas y amenazas.
Permíteme expresarme libremente, no termines mis frases ni culmines mis trazos ni rellenes mis dibujos. Intercambia conmigo opiniones
De un padre a su hijo.
Era una mañana como cualquier otra. Yo, como siempre, me hallaba de mal humor. Te regañé porque te estabas tardando demasiado en desayunar, te grité porque no parabas de jugar con los cubiertos y te reprendí porque masticabas con la boca abierta. Comenzaste a refunfuñar y entonces derramaste la leche sobre tu ropa. Furioso te levanté por los cabellos y te empujé violentamente para que fueras a cambiarte de inmediato.