¿Por qué no sueltas tu cuerda?

¿Por qué no sueltas tu cuerda?

Cuentan que un alpinista, desesperado por conquistar el Aconcagua inició su travesía, después de años de preparación, pero quería la gloria para Él solo, por lo tanto subió sin compañeros. Empezó a subir y se le fue haciendo tarde, y más tarde, y no se preparó para acampar, sino que decidió seguir subiendo, decidido a llegar a la cima. Le obscureció, la noche cayó con…

¿Qué hago con mi dolor y tristeza?

La vida no siempre es dulce y colorida. A veces llegan momentos que no esperábamos, tales como una enfermedad, la pérdida de un ser querido, una separación o divorcio, y otras situaciones difíciles que no deseáramos haberlas vivido. Aunque haya sido un año difícil Dios quiere consolarte, tomarte en sus brazos de amor, a través de sus palabras en los Salmos, o en otra parte…

Amortiguación automática

Ingrid Checha, de apenas dos años de edad, estaba jugando en su domicilio. Ella vivía con sus padres en el piso decimocuarto de un edificio de departamentos en Caracas, Venezuela. En cierto momento la niñita, ilusionada con lo que veía afuera, trató de abrir la ventana. Ésta cedió repentinamente, y la pequeña se precipitó al vacío. Cayó desde una altura de sesenta metros, pegando contra…

El mejor trabajador que he contratado

Trato de no ser parcial, pero yo tenía mis dudas sobre la contratación de Stevie. Su consejero de colocación me aseguró que iba a ser un buen ayudante de camarero y confiable. Pero yo nunca había tenido un empleado con discapacidad mental y no estaba seguro si quería uno. Yo no estaba segura de cómo iban a reaccionar mis clientes a Stevie. Era bajo, un poco rechoncho con las características faciales de Síndrome de Down.

Yo no estaba preocupado por la mayor parte de mis clientes que eran camioneros, porque los camioneros en general, no importa quién les sirva, siempre y cuando el plato de pastel de carne fuera buena y los pasteles hechos en casa. Los conductores autos eran los que me preocupaban, estudiantes universitarios que viajan a la escuela

Quiero que me ayuden

Entró Jesús otra vez en Capernaum después de algunos días; y se oyó que estaba en casa. E inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra. Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro. Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico. Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.

El ladrillazo

Un joven y exitoso ejecutivo paseaba a toda velocidad en su auto Jaguar 2004, sin ningún tipo de precaución. De repente, sintió un estruendoso golpe en la puerta y se detuvo.

Al bajarse, vio que un ladrillo le había estropeado la pintura, y carrocería de la puerta de su lujoso auto.

Se subió nuevamente, pero esta vez lleno de enojo.

¿Qué es lo que estás buscando?

“Cuando llegó la noche, luego que el sol se puso, le trajeron todos los que tenían enfermedades, y a los endemoniados; y toda la ciudad se agolpó a la puerta. Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque le conocían.” Marcos 1:32-34

El célebre personaje visitó la India. Llegó a Calcuta y comenzó a pasear por una de sus confusas calles. De repente vio a un hombre que estaba en cuclillas vendiendo lo que Nicolás creyó que eran dulces, aunque en realidad se trataba de chiles muy picantes.

Cuando Dios quiere

Una señora muy pobre telefoneó para un programa cristiano de radio pidiendo ayuda.

Un brujo del mal que oía el programa consiguió su dirección, llamó a sus secretarios y ordenó que compraran alimentos y los llevaran hacia la mujer, con la siguiente instrucción:

Cuando ella pregunte quien mandó estos alimentos, respondan que fue el DIABLO!

Cuando llegaron a la casa, la mujer los recibió con alegría y fue inmediatamente guardando los alimentos que le llevaron los secretarios del brujo.

¿Dónde estabas tú cuando te necesitaba?

Solemne, transcurría el funeral. Yacía en la caja un eminente clérigo que había dedicado toda su vida a servir a la humanidad. Largas filas de personas que habían recibido de él algún consejo sabio, alguna ayuda espiritual, incluso algún beneficio material, testificaban cuándo, cómo y en qué circunstancias el reverendo les había ayudado.

En eso se acercó al ataúd un joven de unos treinta años de edad

Para mujeres que sepan valorarse.

En una breve conversación, un hombre le hace a una mujer la siguiente pregunta:
-¿Qué tipo de hombre estás buscando?
Ella se queda un momento callada antes de verlo a los ojos y le preguntó:
-¿En verdad quieres saber?
Él respondió:
– ¡Sí!
Ella empezó a decir: -Siendo mujer de esta época, estoy en una posición de pedirle a un hombre