Oí hablar en cierta ocasión de un matrimonio que llegó a tener una Biblia. Ninguno de los dos esposos la había conocido antes. El marido empezó a leerla en su hogar.
Unos días después se dirigió a su esposa y le dijo: «Amada, si este libro es verdad, estamos equivocados». Continuó la lectura de la Biblia y al cabo de unos días más habló nuevamente a su esposa en estos términos: «Si este libro es la verdad, estamos perdidos.» Con más avidez que nunca prosiguió estudiando el libro hasta que, una noche, exclamó: «Amada esposa, si este libro es la verdad, ¡podemos ser salvos!».
El mismo libro que le había revelado que estaban condenados le reveló el medio de ser salvos por Jesucristo.
Esta es la gloria de la Biblia.
Confíe Usted en Cristo ahora mismo, sólo plenamente en él par siempre, y será salvo.
No hay situación de la vida humana en que la Biblia no traiga fuerza y consolación.
Fuente: Ministros.