Francisco cursa el último semestre de Arquitectura y la temporada de exámenes ha comenzado. Francisco se ha distinguido por ser un joven dedicado a sus estudios sin descuidar el trato amistoso y confidente con algunos de sus compañeros de la carrera así como con sus 5 hermanos y sus padres.
Durante toda la carrera ha realizado sacrificios importantes para mantener impecable su historial y ahora en la recta final se ha encomendado de manera particular a Dios a quien está ofreciendo construir un templo en algún momento de su carrera profesional si le ayuda a sacar el nivel de excelencia en la última asignatura que esta cursando.
El día anterior al examen final todo esta listo, Francisco ha agotado todas las notas y repasos necesarios para concluir con éxito lo que durante toda la carrera ha hecho. Ha cenado con la familia que le desean lo mejor para el examen que presentará al día siguiente a las 7:00 AM, por lo que Francisco se va a la cama a las 10:00 p.m. después de charlar con su novia Ximena.
Son las 5:15 AM y el despertador ha puesto a Francisco de un brinco en el piso en donde piadosamente da gracias a Dios por el nuevo día y ofrece la jornada como le han enseñado sus padres desde que era muy niño.
Son las 5:20 AM y Francisco se ha metido al baño para tomar una ducha y se encuentra con la novedad de que no hay agua caliente, Francisco descubre una oportunidad para ofrecer a Dios un pequeño sacrificio y toma la ducha mas corta que ha tomado en su vida.
Son las 5:45 AM y Francisco se arregla mientras escucha las noticias por la radio mientras de vez en vez vuelve la mirada para ver la fotografía de Ximena con quien lleva casi 2 años de noviazgo formal.
Son las 6:00 AM y Francisco toma un desayuno ligero compuesto de jugo de naranja, cereal y un vaso de leche acompañado por una pieza de pan con mantequilla y mermelada de fresa.
Son las 6:15 y Francisco busca a sus padres antes de salir para despedirse y pedirles su bendición.
Son las 6:20 y Francisco va rumbo a la Universidad en el auto que le presto su madre, ha tomado una de las vías rápidas cuando de repente escucha un fuerte ruido en la parte posterior del auto. El auto comienza a moverse de una forma extraña y Francisco detiene el auto para ver que ha sucedido.
Efectivamente un neumático se ha averiado y a las 6:35 se dispone a cambiar el neumático cuando descubre que la llanta de refacción también se encuentra pinchada.
En ese momento Francisco volviendo los ojos al cielo dice «Señor ¿Qué pasa?, ¿Por qué permites que sucedan estas cosas precisamente en este momento en que voy a ofrecerte mi estudio?, Tu sabes que es para ti, por favor ayúdame, no puedo llegar tarde al examen, el Profesor Rentería es muy estricto y nos advirtió que no dejaría que nadie sin excepción entraría al examen si llega tarde».
En ese momento un taxi se ha acercado a Francisco para ofrecerle ayuda. Francisco decide dejar el auto estacionado y tomar el taxi para ir a la Universidad.
Son las 6:50 y el taxista corre por las avenidas de la Ciudad de México a toda velocidad esperando llevar a Francisco a su destino antes de las 7:00 a.m.
Son las 7:05 a.m. y por fin han llegado, Francisco sale corriendo del taxi sin perder la esperanza de que Dios le ayudará y mientras corre en dirección al aula no ha notado que un gran movimiento de personas al rededor de la Universidad a tan temprana hora de la mañana.
Son las 7:07 AM y Francisco se ha quedado pasmado con la escena que contempla, el aula esta completamente destruida y el polvo apenas deja ver algunos rostros y cuerpos de sus compañeros que yacen entre los escombros.
Un gran terremoto ha sacudido a la Ciudad de México y más de 70,000 personas perdieron la vida aquella mañana del mes de Septiembre. Francisco no presentó su examen ese día y comprendió que Dios aún tenia para él algunas responsabilidades y la oportunidad de amar y de dar gloria a Dios por un tiempo más.