Sofía había orado por doce años para que Dios la hiciese una misionera en tierras extranjeras. Un día el Padre celestial le contestó: –Sofía, deja de pedir y contesta: ¿Dónde naciste?
–En Alemania Padre.
¿Dónde vives?
–En América, Padre.
¿No eres pues….. una misionera ya? Piensa: ¿Quién vive en el piso de arriba?
–Una familia Sueca.
¿Y quién más arriba?
–Otra familia, pero italianos.
¿Y a tu lado?
–Pues otra de suizos.
¿Y en la casa más próxima?
–Pues algunos chinos…..
¿Y nunca les has ofrecido una palabra hablándoles de mi Hijo? ¿Piensas que voy a enviarte tan lejos a trabajar con amor a los perdidos si los tienes tan cerca y los amas tan poco?
Fuente: Ministros