Era de mañana los pájaros cantaban el sol se asomaba y Bella salía de su casita de capullo entre bostezo y bostezo se dio cuenta que algo había cambiado.
– ¿Que me paso dijo si era una… verde oruguita ahora soy? ¡Que soy! Mientras ella aún se preguntaba escuchó una voz que decía:
¡Te gusta la transformación que hice en ti! –
¿Quién es? dijo ella mientras miraba hacia todos lados.
-Yo Dios tu creador- se escuchó desde el cielo. Sí, dijo ella ¿Pero ahora que soy Dios?
Entonces él le respondió – Eres un Maravillosa Mariposa mientras dormías te cree alitas y muchos hermosos colores para que te veas aún más bella y sabes una cosa ¡ahora puedes volar!
– ¡Volar! dijo la mariposa muy emocionada y daba volteretas.
Bella la Maravillosa Mariposa agradeció a Dios por su transformación y muy contenta se fue a saludar a cada flor que se encontraba.
Por eso debemos saber que todas las transformaciones que Dios hace aunque a veces no la entiendas siempre terminan siendo maravillosas. No hay nada mejor que depositar nuestra confianza en Dios y reconocer que todo lo que El permite que pase en nuestras vidas tiene un propósito y siempre obra para bien.