Un hombre, por cierto muy meticuloso, decía que las madres no trabajaban tanto. Que los quehaceres de la casa eran poca cosa.
Pero un día se vio obligado a cuidar a la familia, debido a que su esposa había tenido que salir. Decidió escribir una lista de las actividades que realizaba durante el día, con el siguiente resultado:
– Les abrí la puerta a los niños: 106 veces
– Les cerré la puerta a los niños: 106 veces
– Amarré los cordones de sus zapatos: 16 veces
– Rescaté al bebé, que está aprendiendo a caminar: 21 veces
– A Jorgito, nuestro hijo de 2 años le dije NO: 94 veces
– Les di pan con mantequilla y jalea: 11 veces
– Les di galletas: 28 veces
– Contesté sus preguntas: 175 veces
– Contesté el teléfono: 7 veces
– Se me agotó la paciencia: 45 veces
– Caminé tras los niños: Alrededor de 4 kilómetros
Y faltaron muchas cosas aún que no quise anotar, realmente, mi esposa necesita que yo la ayude todos los días.
Fuente: Alexah
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